La playera de minnie y yo / Mar Martínez



*

Cabello largo, hasta la cintura
mucho más que yo.
barba a la altura del pecho,
guayabera negra,
voz ronca
y una estatura igual a la mía.
Muchos le dirán pandroso,
para mi es la combinación perfecta,
el hombre ideal.

Nos estamos conociendo.
Es su postura.
En el proceso llevamos tres meses de diálogo
ocho días de vista
y dos más de tacto.
 
Tenemos que hablar.
Es una constante entre nosotros
(¿hay un nosotros?).
Ese “hablar” nunca llega,
hablamos
y hablamos del momento,
del perro que pasa corriendo,
del viento otoñal.

 A ver que sale.
Es su expresión favorita,
a la que se resume todo.
No cariño, de aquí no saldrá nada
ni amores eternos, ni historias que recordar.

Nos estamos conociendo
y lo único que sé de ti
es que eres heterosexual.


*

Todos los días
tardo un poco
en decidir
si vestir de rojo
o de café.

Mi playera favorita
la del Che,
esa que no uso
porque no va con mis converse.
¿Cómo usar aun ideólogo
de la libertad
y el antiimperialismo
combinado con un símbolo

de la globalización
y el imperialismo?

Una vez lo intente
y no pude dejar
de sentirme hipócrita,
como cuando digo
que simpatizo con Marx
pero compro por internet
productos Zara.
O Cuando voy
al rincón zapatista
con mi maquillaje MAC.
O cuando gasto
en un día
lo que un obrero
gana en una semana.

En resumidas cuentas,
para ahorrarme las contradicciones
he decidido usar mi playera de minnie.

*

Por el camino a casa
algo llama mi atención:
un hombre tirado
sobre la banqueta.

Al pasar los días
el hombre sigue ahí:
el simpático borrachito.

A todos los que pasan
les dirige una sonrisa,
parece tan feliz
entregado a sus vicios.
Vive de la bondad de la gente
que en ocasiones le lleva comida,
en otras cobijas
y en unas, alcohol.
¿Quién fuera el
para vivir feliz,
sin preocupaciones,
sin restricciones
simplemente disfrutando
de su mayor placer?
Parece una utopía
que vivamos de nuestros vicios,
esos que mantenemos callados
escondidos del reproche social
porque alguien nos dijo:
todos los excesos son malos.



Mar Martínez. Estudiante de la Carrera de Historia por la UAQ. Escribe y a veces se queja del mundo porque no le gusta como es.