¿Quién iba a pensar que juntos traeríamos vida al mundo? de Rodrigo Andoni Vázquez Rincón


Aurora Gorrión



TUBERÍA INSOMNE

El viento hace ruidos apocalípticos el día de hoy.
De esos coquetos que te chiflan.
Me encanta el caos.
Es un seductor.

Los tubos que le permiten respirar a mi tinaco chocan
uno contra el otro.
Mecidos por el viento
no me dejan dormir.
Otra vez el caos.
Que como buen amante
no deja dormir.

Yo aún respiro
mi tinaco quién sabe.
Pero él hace más ruido que yo.
por el viento
por el caos
y porque yo
lánguido y sumiso
dormiré hasta que él quiera.


CONSOLANDO LA TIERRA

Una vez
alguien olvidó un dildo en mi casa.
Al principio
sólo me le quedaba viendo
como si no lo conociera.
Luego me di cuenta que no tenía nada contra él.
Era como tener un doble de acción.
Yo podía descansar
y evitar la taquicardia.
Le tenía cierta estima.

Aún lo conservo.
Es plateado, brillante y muy liso.
Como una joya de gran tamaño.
Lo voy a usar para mi huerto
abriré los surcos para sembrar mis semillas.
Será como una excavadora de bolsillo.

Dejaré que se raye
que se moje.
Que se dañe y que se oxide.
Para que adquiera el carácter de una tarpala.
Sembraré jitomate
cebolla y chile.
Cilantro para hacer pico de gallo.
En mi viaje a la sustentabilidad
también me hará la vida más fácil.

Si me preguntan por él
diré que lo perdí.
¿Quién iba a pensar
que juntos
traeríamos vida al mundo?



MOHO SELECTO

El diálogo interno es constante.
siempre lo ha sido.
Discuto conmigo
me estoy cague y cague
y casi siempre
me obligo a cambiar de opinión.

Acabo de notar que mis frijoles ya no sirven.
Se llenaron hermosamente de hongos.
Los calenté ayer
los comí ayer
los volví a comer esta mañana
y aún después
los seguí dejando afuera.
Sin refrigerar.
Desprotegidos.
Descuidados.
Como a todo.

Me encabroné conmigo
me llamé por los adjetivos pertinentes y decreté:
“ahora comes cereal, por pendejo”.
Ese vato me contestó:
“¡No mames! Castigo sería no comer nada.
Yo hice como que no me escuché.






Rodrigo Andoni Vázquez Rincón. Nacido en Minatitlán, Veracruz en 1988, es un amante del cine y de intentar hablar de la trascendencia espiritual. Sin lograrlo. Cuenta de lo cotidiano, del cliché, hablando desde atrás de una pipa o desde la inconformidad que siempre refleja en sus textos. Inconforme del sistema y de los obstáculos que le impiden llegar al día siguiente. La humanización de los objetos y la sublevación de los conceptos para poder hablar con ellos y no con las personas, define su trabajo.